Tobias Bergdahl muestra de manera gráfica, las 12 paradojas del Diseño. No existen los malos clientes. Sólo malos diseñadores.
La mejor manera de aprender como llegar a ser un mejor diseñador gráfico es convertirse en cliente.
Si queremos educar a nuestros clientes sobre diseño primero debemos educarnos a nosotros mismos acerca de los clientes.
Si queremos ganar dinero como diseñadores gráficos debemos concentrarnos en el trabajo, no en el dinero.
Para los diseñadores la habilidad oral es tan importante como la capacidad visual.
Mucha ideas fallan, no porque sean malas ideas, sino porque fueron mal presentadas.
Los diseñadores que usan el argumento “Hazme caso, yo soy un profesional”, suelen ser diseñadores poco profesionales.
A menudo imaginamos que todos los proyectos buenos van a otra gente. No es así, de hecho, casi todos los proyectos no empiezan ni como buenos ni como malos.
La mejor forma de auto promocionarse es dejar de hablar de uno mismo.
El cerebro de un diseñador es capaz de mucho más que solamente hacer “cosas bonitas”.
Si no creemos en nada, nuestros clientes no tendrán razón para creer en nosotros.
A menudo pensamos que debemos integrarnos con el cliente, pero hay más ventajas estando alejado.
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